Fertilizantes Para Rosales: Orgánicos y Químicos
Tabla de contenidos
- 1 Fertilizantes Para Rosales: Orgánicos y Químicos
- 1.1 Fertilizantes orgánicos para rosales
- 1.2 Estiércol
- 1.3 Fertilizantes para rosales de origen químico
- 1.4 ¿Cuándo abonar los rosales?
- 1.4.0.1 Cómo Reproducir Rosales por Esquejes
- 1.4.0.2 Cuándo y cómo podar rosales
- 1.4.0.3 Trasplantar un Rosal
- 1.4.0.4 Cómo regar correctamente los rosales
- 1.4.0.5 Cómo plantar rosas en tu jardín
- 1.4.0.6 Enfermedades y Plagas de los Rosales
- 1.4.0.7 Cómo hacer que florezcan los rosales
- 1.4.0.8 ¿Cómo cultivar rosas en maceta?
- 1.4.1 Comparte esto:
Los fertilizantes para rosales más adecuados son los orgánicos, aunque en el mercado existen muchos abonos químicos que realizan una buena labor.
Los expertos recomiendan fertilizantes o abonos orgánicos, ya que aportan vida al suelo, mientras que los abonos químicos se limitan a aportar los nutrientes necesarios, pero no mejoran el suelo.
La clave para mantener unas rosas saludables y que florezcan con profusión, es un buen cuidado en general y en particular un buen abonado.
El primer abonado del rosal se debe realizar cuando realizamos su plantación.
En el momento de cavar el hoyo en el que será el emplazamiento definitivo de nuestro rosal, debemos utilizar compost de calidad para el relleno y para colocar en el fondo.
Un buen compost, ayudará a crecer adecuadamente a nuestro rosal, pero además proporcionará la esponjosidad necesaria al suelo alrededor del arbusto.
Fertilizantes orgánicos para rosales
Estiércol
Un estiércol maduro, es el mejor fertilizante para rosales.
El estiércol son los excrementos de los animales de granja.
Tradicionalmente a los rosales siempre se les ha fertilizado con gallinaza, palomina o el guano, por su gran aporte de nitrógeno, fósforo, potasio, y por su puesto una gran cantidad de materia orgánica.
No es la única opción, en realidad cualquier estiércol de granja valdría.
Pero como es natural, no todo el mundo tiene una granja a mano, para poder pedir que nos den un poco de estiércol.
No te preocupes, actualmente se comercializan sacos de estiércol tratados, para que no huelan y aporten los mismos nutrientes a las plantas.
Con unos tres kilos de estiércol maduro, podemos mejorar un metro cuadrado de jardín.
Cuando utilizamos este tipo de abonos, será necesario cavar ligeramente para enterrarlo.
El mejor momento para aplicarlo es una vez que finalice el invierno, para que en primavera empiece a liberar las sustancias que van a necesitar las plantas.
Abono orgánico a base de guano
Estiércol de caballo
El estiércol de caballo era el fertilizante habitual en los huertos, sobre todo los que estaban cerca de las ciudades. Parte de ese estiércol, estaba destinado a los jardines y como no, a servir como alimento a las rosas.
Esta es otra de las grandes ventajas de los abonos orgánicos, no sólo aportamos nutrientes, mejoramos la composición del suelo.
A continuación te presentamos otros fertilizantes para rosales de origen vegetal:
Sustrato universal
Otros ingredientes que podemos encontrar son, fibra de coco, turba rubia, material vegetal compostado, materia orgánica y en algunos sustratos podemos encontrar perlita.
No es que el sustrato universal sea el mejor fertilizante para rosales que exista, pero es un abono “básico” de jardín, que se debe utilizar para mejorar la composición del suelo.
Este sustrato universal, es el que mejor se adapta para el cultivo de las rosas.
Compost o mantillo
No se debe confundir el mantillo con el sustrato universal.
El mantillo no suele estar tratado, mientras que el sustrato universal sí.
Cuando compramos mantillo en el vivero, lo más probable es que proceda de restos orgánicos vegetales en exclusiva, que suelen tener su origen en las podas. Su calidad dependerá de los restos utilizados para su elaboración.
Con este material, lo que vas a conseguir es mejorar el suelo, además de proporcionar los nutrientes que necesita el arbusto.
Humus de lombriz

Tiene gran cantidad de materia orgánica, y nutrientes fáciles de asimilar por las plantas.
Podemos destacar tres cualidades del humus de lombriz, que le ponen por encima del resto de los abonos orgánicos:
- Es el mejor abono natural, debido a la gran cantidad de microorganismos presentes, que proceden de los intestinos de la lombriz, y que mejoran de forma espectacular el suelo.
- Estos microrganismos protegen a los rosales del ataque de hongos y bacterias, mejorando la salud de las plantas.
- Los nutrientes son absorbidos con rapidez por el arbusto, mucho más que con cualquier otro abono orgánico.
Mejoradores del suelo
En ocasiones, antes de plantar un rosal, debemos proceder a mejorar el suelo, bien porque sea muy pesado, con lo cual tendrá muchas dificultades para crecer o porque se encharca con facilidad.
Para estas situaciones, lo ideal es utilizar uno de estos mejoradores del suelo.
Los mejoradores y acondicionadores del suelo son recursos naturales de extraordinaria importancia para corregir limitaciones en las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos agrícolas.
De aquí proviene la conveniencia de que los agricultores conozcan los efectos beneficiosos de los abonos orgánicos para mejorar la productividad de los suelos, corregir los problemas de acidez y restaurar los desequilibrios nutricionales para obtener mayores rendimientos y mejor rentabilidad.
Turba
La turba es un sustrato muy ácido, que proviene de las zonas pantanosas de climas fríos.
Es similar al compost, ya que procede de la descomposición de materia vegetal, pero realizado de forma natural en un ambiente frío.
Debido a su acidez y escaso aporte de nutrientes, suele utilizarse en conjunción de otros abonos vegetales, excepto para plantas acidófilas, que no es el caso de nuestros rosales.
Una de las características más importantes de la turba, es su capacidad para retener agua. Son muy porosas, lo que permite una buena circulación de aire y que las raíces de las plantas absorban mejor el agua.
Definitivamente, el uso de la turba en el jardín, debe tener como finalidad mejorar la estructura del suelo.
Existen dos tipos de turba:
1. Turba rubia, de color claro y esponjosa.
2. Turba negra. Es un sustrato oscuro, con buena capacidad para retener el agua, por eso es muy apreciada en el jardín…mezclada con otros abonos, bien vegetales o de origen animal.
Fibra de coco
Es otro sustrato vegetal, que debe utilizarse en combinación de otros, ya que permite mejorar suelos con mal drenaje, pero en cambio aporta pocos nutrientes.
Lo mejor es combinarlo con estiércol.
La fibra de coco la podemos encontrar en sacos lista para ser usada. Normalmente se utiliza mucho en los huertos urbanos, sobre todo en maceta, pero siempre en combinación con otros abonos.
5 ventajas de la fibra de coco
1. Retiene bien el agua. La fibra de coco funciona como una esponja, reteniendo la humedad y permitiendo espaciar más los riegos.
2. A pesar de retener muy bien la humedad, también tiene una gran capacidad de aireación, evitando la aparición de ataques por hongos.
3. Si lo comparamos con las turbas, absorbe más rápidamente el agua cuando está seco.
4. Otra ventaja interesante, es la capacidad demostrada de las fibras de coco, para retener y liberar nutrientes, permitiendo un crecimiento mucho más vigoroso de las plantas.
5. Una buena asociación sería unir la fibra de coco, con el humus de lombriz, en una proporción 60% fibra de coco, con un 40% de humus de lombriz.
Vermiculita y perlita
La vermiculita procede de arcillas sometidas a temperaturas superiores a 1.000ºC, mientras que la perlita procede de minerales expandidos, que se someten a altas temperaturas.
Es evidente que no aportan nutrientes al suelo, pero en cambio tienen gran capacidad para retener el agua y consiguen que el suelo esté mejor aireado.
La perlita es una roca de silicato, que contiene entre un 2% y un 5% de agua, sometida a un proceso de expansión, que le proporciona ese color blanco tan característico.
Es un gran mejorador del suelo, ideal para conseguir una mayor aireación y que el suelo se muestre más suelto.
Cuando el sustrato está suelto, las raíces crecen con mayor rapidez. Se trata de un sustituto ideal de la arena, y como es lógico, es mucho mejor que esta.
Se suele utilizar en combinación de otros mejoradores, como por ejemplo la fibra de coco, y si lo que se quiere es aportar nutrientes, se acompaña de fertilizantes para rosales orgánicos.
Corteza de pino
La corteza de pino es un sustrato vegetal muy poroso, que permite mejorar suelos pesados.
La corteza de pino se puede utilizar en el jardín de dos formas diferentes, por un lado y como señalo en este artículo como un mejorador del suelo.
En este caso, no aporta prácticamente ningún nutriente al suelo y es necesario añadir otros abonos orgánicos.
Es habitual que si se utiliza como mejorador, se mezcle con turba y fertilizantes minerales si se quiere realizar una aplicación rápida. Otra forma es utilizarla en el periodo de compostaje, para mezclar con estiércol de origen animal.
Existe otra forma muy extendida de utilizar la corteza de pino, y es utilizarla como decoración o como cubierta vegetal que impide la aparición de malas hierbas, y que además evita la evaporación del agua, mejorando las condiciones de humedad del suelo.
Fertilizantes para rosales de origen químico
Los fertilizantes para rosales químicos tienen una formulación, que nos indica la cantidad de productos químicos que contienen.
Nos tenemos que fijar en:
1. Nitrógeno (N). El nitrógeno favorece el crecimiento del arbusto.
2. Fósforo (P). Fortalece las raíces y la floración.
3. Potasio (K). Contribuye a la buena salud de la planta.
4. Los tres componentes anteriores, son la base de los abonos químicos, aunque contienen otros como: calcio, magnesio, azufre, boro, cobre, hierro, magnesio y zinc.
Es habitual que los abonos químicos para jardín, se muestren con tres letras y tres cifras. NPK, (Nitrógeno, Fósforo y Potasio) y 5+5+5, por ejemplo.
Las cifras indican la cantidad de Nitrógeno, Fosforo y Potasio están presentes en la formulación del abono.
Se ha comprobado que un buen abono para rosales, podría formularse en 12+8+16, además de contener otros componentes y micro nutrientes.
¿Cuándo abonar los rosales?
Los abonos de origen orgánico se deben aplicar durante el invierno, con la intención de que cuando llegue la primavera, empiecen a liberar nutrientes. Son abonos de liberalización lenta.
Los fertilizantes para rosales químicos, pueden ser de liberalización lenta o rápida.Si no viene expresado en la etiqueta, son de liberalización rápida, aptos para que el arbusto los absorba de forma inmediata.
En este caso debemos aplicar por primera vez en primavera, cuando empecemos a observar que las primeras yemas quieren abrir, y después de haber realizado la poda anual. El abono se aplica de forma directa en la base del rosal.
Los abonos líquidos se suelen aplicar cada cuatro a seis semanas, disueltos en el agua de riego. Los granulados se pueden espaciar mas.
Es recomendable realizar dos aplicaciones, una en primavera antes de que empiecen a brotar, justo después de realizar la primera poda, y la segunda cuando ya han hecho su primera floración, justo antes del verano, para estimular las siguientes floraciones.
Nunca se debe abonar al final del verano, ya que vamos a estimular el crecimiento de la planta, cuando en pocas semanas podemos encontrarnos con algunas heladas, que estropearan los brotes más tiernos.
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